Cuarto eslabón: Percance

Este será un apartado destinado a reflexiones que surgen sobre temas concretos de algún día que me pique y me enerve, relacionadas seguramente con mi entorno más individual (por donde me muevo, los sitios que frecuento, el sistema, alguna historia perdida...).

NÚMEROS



 Últimamente se habla mucho de la educación en España, el gobierno no se aclara a la hora de instaurar o no la LOMCE y nos están tocando un poco las narices con tanto cambio aleatorio sin previo aviso, creo que se está tomando a la ligera a una generación que ya de por sí ha sido bastante encasillada como "perdida" que pocas esperanzas tiene si encima nadie pone de su parte para cambiar las cosas...
Quiero hablar sobre el sistema educativo y el método que se sigue para evaluar a los alumnos porque considero que tiene algunas lagunas:

En primer lugar, describámoslo como un proceso de preparación y formación para el mundo independiente y laboral que nos depara el futuro, (así nos lo venden) los profesores siempre hacen mucho hincapié en "necesitáis buenas notas", "las notas cuanto más altas mejor" pero, ¿hasta qué punto es esto rentable? Yo no soy un chico que saque todo sobresalientes ni mucho menos, suelo orbitar el notable y no me considero un mal estudiante, sin embargo, ¿Qué pasa con esa gente que no vale para estudiar? Hay muchas personas a las que les cuesta un poco más o no se les da bien, gente que se mortifica y se frustra cuando se ven presionados a mejorar a unos niveles que no pueden o que les resultan muy difíciles de alcanzar.

Estas personas se ven a sí mismas identificadas con números, también para sus clases son treses, cuatros y cincos, encasillados, discriminados y a veces marginados por no tener las habilidades que se les exigen pero, ¿es esta una clasificación justa? Yo creo que no. Pienso que todas las personas tienen algo que ofrecer indiferentemente de su capacidad para vomitar contenido en exámenes que solo sirven para aprobar otros exámenes, muy pocos son los contenidos prácticos que se enseñan en el instituto y que seguro te sirven después de graduarte, no se habla de cómo cambiar siquiera una rueda de tu coche, mecánica elemental, cocina, política, hacienda o cosas tan básicas como son el Ibex 35. ¿Dónde quedan estos conocimientos? ¿Esperan que nosotros los aprendamos a base de palos? No lo sé.

Lo que sí tengo claro es que todas las personas son buenas en algo, sea más o menos útil para la sociedad y hay que fomentar esas virtudes y exprimir el potencial en lugar de reprimir a personas brillantes en algunos campos porque no sean capaces de alcanzar una nota. Cuando somos pequeños nos preguntan sobre qué queremos ser de mayores y contestamos sin pudor y sin miedo que queremos ser médicos, astronautas o incluso presidentes y esas ambiciones, esos deseos inocentes y puros nos son arrebatados en innumerables ocasiones debido a que "no damos la talla" o no nos alcanza la nota de corte por décimas de diferencia, pienso que es el sistema el que nos fuerza a diferenciarnos de acuerdo a unos criterios abstractos. 
El mismo ejemplo sucede cuando pides a un elefante, a un mono, a un pingüino y a un pez que se suban a la copa de un árbol; el elefante no puede pero es más fuerte que el mono, el pingüino tampoco puede pero es más veloz que el primate en el hielo, y este último es a su vez peor nadador que el pez, sin embargo solo es premiado el simio, ya que cumplirá con unas exigencias específicas que no son aptas para todos los participantes de la competición. No somos números y no se nos debería encasillar en mejores o peores según lo que reflejen unas pruebas por escrito sobre temas irrelevantes.

Siempre se nos dice: "Sois el futuro del país, tenéis que asegurarnos una correcta evolución de España, unas buenas pensiones y el compromiso de levantarnos a todos para que el mundo sepa lo grande que es nuestra nación."
Pues bien, si tan importantes somos y tanto dependéis de nosotros, ¿Qué hacéis ahí parados sin apoyarnos observando cómo nos hundimos nosotros y cómo se hunde poco a poco el país? No somos los únicos que podemos cambiar las cosas, necesitamos la ayuda del sistema para encauzar nuestro crecimiento, cuando se llegue a un acuerdo regido por un criterio decente y digno será cuando podamos ponernos manos a la obra.

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